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BLOG DE AULA DE PILAR GIRONA

Alfred Wegener

Alfred Wegener

Alfred Wegener nació en Berlín en 1880. Doctorado en astronomía y muy interesado por la aerostática es muy conocido por la teoría de la deriva continental. Explicó que la Tierra se había formado por un continente llamado Pangea, el cual se había partido en la Era Mesozoica y cuyos fragmentos empezaron a moverse y a dispersarse. Fue a este movimiento al que más tarde se le llamaría deriva continental. Lo primero que le llamó la atención a la hora de elaborar su teoría fue la similitud de las costas de los continentes, que encajaban como piezas de un rompecabezas. Además dio otros argumentos como el parecido fósil de ciertos continentes septentrionales o la continuidad de formaciones geológicas entre un continente y otro.
Desafortunadamente, Wegener no tuvo el apoyo de los científicos de su época. Quizá el hecho de que la teoría de la deriva continental rompiera con teoriás establecidas anteriormente o que fuera alemán( algo no muy positivo en plena Guerra Mundial) fomentó el rechazo.
Sin embargo, los científicos de hoy en día apoyan la tería de Wegener y la consideran válida para explicar el movimiento de los continentes.

4 comentarios

Jennifer Ruiz Morgan 4º ESO -

Alfred Wegener nació en Berlín en 1880. Doctorado en astronomía y muy interesado por la aerostática es muy conocido por la teoría de la deriva continental. Explicó que la Tierra se había formado por un continente llamado Pangea, el cual se había partido en la Era Mesozoica y cuyos fragmentos empezaron a moverse y a dispersarse. Fue a este movimiento al que más tarde se le llamaría deriva continental. Lo primero que le llamó la atención a la hora de elaborar su teoría fue la similitud de las costas de los continentes, que encajaban como piezas de un rompecabezas. Además dio otros argumentos como el parecido fósil de ciertos continentes septentrionales o la continuidad de formaciones geológicas entre un continente y otro.
Desafortunadamente, Wegener no tuvo el apoyo de los científicos de su época. Quizá el hecho de que la teoría de la deriva continental rompiera con teoriás establecidas anteriormente o que fuera alemán( algo no muy positivo en plena Guerra Mundial) fomentó el rechazo.
Sin embargo, los científicos de hoy en día apoyan la tería de Wegener y la consideran válida para explicar el movimiento de los continentes.

mohamed hadini 4 Eso -

A PESAR de que varios geólogos habían defendido la idea del desplazamiento en gran escala de los continentes, fue Alfred Wegener (figura 6), meteorólogo alemán, el primero en reunir pruebas amplias que justificaran y sostuvieran la idea de que las masas terrestres hoy disyuntas formaban en el pasado geológico una única e inmensa masa continental, que denominó Pangea.

Alfred Wegener nació en Berlín, en 1880. Se graduó en astronomía y obtuvo su doctorado en 1905. Desde entonces se interesó por la meteorología y fue un ardiente adepto de la aerostática, el arte de navegar en globo. También se interesó por las expediciones polares y en 1906 participó en la expedición danesa a Groenlandia, donde pasó dos inviernos haciendo observaciones meteorológicas. Al regresar a Alemania, en 1908, fue nombrado profesor de meteorología de la Universidad de Marburgo.







Figura 6. Alfred Wegener (1880-1930).




En 1910, Wegener puso su atención en la idea de la deriva de los continentes, pues estaba impresionado, como tantos otros, por la semejanza de las costas de los continentes situados en ambos lados del Atlántico sur. Inicialmente le pareció improbable la idea de los desplazamientos de los continentes. A partir de 1911, gracias a datos paleontológicos, también empezó a buscar pruebas geológicas que apoyaran la idea de la deriva continental. Trabajó intensamente y el 6 de enero de 1912 presentó una conferencia acerca de la deriva en la Unión Geológica de Frankfurt, intitulada "La formación de las grandes estructuras de la corteza terrestre (continentes y océanos) con bases fisiográficas".

El 10 de enero de ese mismo año pronunció otra conferencia, esta vez en la Sociedad para el Fomento de la Historia Natural General de Marburgo, intitulada Die Entstehung der Kontinente ("El origen de los continentes"). Con este mismo título publicó, también en 1912, dos trabajos sobre el tema (Wegener, 1912a, 1912b).

Después viajó de nuevo a Groenlandia (1912-1913) y en seguida tuvo que pasar a la vida militar activa, debido al inicio de la primera Guerra Mundial; fue herido dos veces y se dio de baja en 1915. Utilizó su período de convalescencia en elaborar con mayor amplitud los dos artículos de 1912. De ahí resultó su libro Die Entstehung der Kontinente und Ozeane ("El origen de los continentes y océanos"), hoy un clásico de la literatura geológica, publicado en 1915 y con numerosas ediciones.

En esa época era opinión corriente que el planeta Tierra se había originado de una masa en fusión; al solidificarse la Tierra, los materiales más leves, en gran parte graníticos, se habían reunido en la superficie del planeta, dejando abajo las rocas basálticas, más duras y pesadas, y en el centro un núcleo metálico todavía más denso. Al solidificarse la corteza se formaron las cadenas montañosas, por plegamiento de la corteza siálica, tal y como se forman arrugas en la cáscara de una manzana que se está secando y marchitando.

En su libro, Wegener examinó esa idea. Propuso que inicialmente existía en la superficie de la Tierra un supercontinente continuo, Pangea, el cual se habría partido durante la Era Mesozoica y sus fragmentos empezaron a moverse y dispersarse. Llamó a este movimiento horizontale Verschiedung der Kontinente (desplazamiento horizontal de los continentes). Más tarde ese proceso fue denominado deriva continental.

Adoptando con convicción el concepto de isostasia postulado por el astrónomo inglés G. B. Airyz, Wegener admitió que los fragmentos de Pangea, constituidos por materiales graníticos leves (densidad: 2.8), "fluctuarían" por arriba de materiales basálticos subyacentes, más densos y fluidos (densidad: 3.3), que forman el piso oceánico. Así, como los icebergs en el agua, los fragmentos de Pangea, constituidos por sial, estarían en equilibrio sobre el sima (figura 7).

Ese equilibrio isostático permitiría a esos bloques realizar movimientos verticales, que resultan de la aplicación del principio de Arquímedes. Cuando la erosión desgastara una camada superficial de un continente, éste tendería a subir, tal como una barca que está siendo descargada. Un ejemplo de ese fenómeno se relaciona con el aligeramiento que ocasiona el derretimiento de grandes masas de hielo, como en la península de Escandinavia, donde se puede comprobar una elevación de cerca de un metro por siglo.







Figura 7. El principio de la isostasia. Un bloque siálico flotando sobre el sima.




Wegener argumentó que si esos bloques continentales siálicos fluctuando en el sima podían realizar movimientos verticales, también podrían realizar movimientos horizontales deslizantes, siempre y cuando se ejerciera una fuerza suficientemente fuerte.

Para apoyar su hipótesis Wegener reunió una cantidad impresionante de datos que extrajo de diversas ramas de las ciencias naturales, incluyendo la geofísica, la geología, la paleontología y las ciencias biológicas. Trataremos tales datos más adelante.

Wegener también utilizó como demostración de la deriva continental la coincidencia fisiográfica de las costas de los continentes que cercan el Atlántico. Demostró que al yuxtaponer tales estructuras presentan similitudes y se acoplan como si fueran las piezas de un rompecabezas (figura 8(a)). Por ejemplo, la sucesión vertical de rocas sedimentarias y lava basálticas que componen, respectivamente, la secuencia del Paleozoico Superior y del Mesozoico de la cuenca del Paraná, en Brasil, es semejante a la que se encuentra en la cuenca del Karoo, en Sudáfrica. Wegener demostró igualmente que, al reconstruirse el supercontinente Pangea, los depósitos de carbón y de evaporitas yacen próximos al ecuador de esa época, mientras los tilitos de India, Australia, Sudamérica y sur de África estarían próximos al antiguo polo (figura 8(b)). Entonces pensó que era evidente que la posición de las masas terrestres había cambiado no sólo en la relación que tenían unas con otras, sino que también en relación con el polo. Así, según Wegener, durante el movimiento los fragmentos de Pangea se habían alejado de los polos, por lo cual denominó a ese movimiento Polflucht (fuga de los polos).

Para Wegener; al final del Carbonífero, o sea, hace aproximadamente 290 millones de años, sólo existía un único continente, Pangea (figura 9(a)). Esa inmensa masa continental se habría fragmentado posteriormente en distintas direcciones, de tal manera que en el Eoceno ya se podrían distinguir con claridad dos continentes: el eurasiático, que se comunicaba, a través de Escandinavia con Norteamérica, dando lugar a un supercontinente septentrional llamado Laurasia, y, al sur, una serie de bloques continentales (hoy separados) que constituía el supercontinente de Gondwana (figura 10(b)), el cual comprendía a Sudamérica, Antártida, Australia y África.





HAYAT 4ESO B -




(Berlín, 1880-?, 1930) Geofísico y meteorólogo alemán. Aunque doctorado en astronomía, se interesó muy pronto por la geofísica y las entonces incipientes ciencias de la meteorología y la climatología. Pionero en el uso de globos aerostáticos para el estudio de las corrientes de aire, a lo largo de su vida realizó hasta tres expediciones de observación meteorológica a Groenlandia, en la última de las cuales encontró la muerte.
Su nombre quedará asociado para siempre a la teoría de la deriva continental, que le ocasionó no pocos disgustos en vida. En 1911 se interesó por el descubrimiento de restos fósiles de vegetales de idénticas características morfológicas hallados en lugares opuestos del Atlántico. La paleontología ortodoxa explicaba tales fenómenos recurriendo a hipotéticos puentes de tierra firme que en su día unieron las diferentes masas continentales. Las similitudes entre los perfiles opuestos de los continentes de América del Sur y África le sugirieron la posibilidad de que la igualdad de la evidencia fósil se debiera a que ambos hubieran estado unidos en algún momento del pasado geológico terrestre.
En 1915 expuso los principios de su teoría en la obra El origen de los continentes y los océanos, que amplió y reeditó en 1920, 1922 y 1929. Según Wegener, hace unos 300 millones de años los actuales continentes habrían estado unidos en una sola gran masa de tierra firme que denominó Pangea, la cual, tras resquebrajarse por razones desconocidas, habría originado otros nuevos contingentes terrestres sujetos a un movimiento de deformación y deriva que todavía perdura.
La teoría fue recibida de manera uniformemente hostil, y en ocasiones, incluso violenta, en buena parte por la inexistencia de una explicación convincente sobre el mecanismo de la deriva continental en sí. A partir de 1950, no obstante, las ideas de Wegener ganaron rápida aceptación gracias al desarrollo de las modernas técnicas de exploración geológica, en particular del fondo oceánico. Reformulada a partir de recientes descubrimientos, la teoría de la deriva continental se encuentra hoy totalmente consolidada.

Adrian Matencio -

Alfred Wegener, fue el teórico, que aparte de decir que se movían, daba buenos argumentos, como el parecido que se establece entre los continentes (el más significativo, África y América del Sur), esto establecía la posible unión de todos los continentes en uno solo (Pangea). También, al unir todos los continentes, nos damos cuenta que las grandes cadenas montañosas, continúan. Los rastros encontrados en las rocas de cada continente, negaban la existencia del mismo clima hace millones de años, por ejemplo, India, tiene restos de rocas tillitas (de clima glacial), encontrándose hoy en día cerca del ecuador. También la existencia de fósiles, de la misma especie, encontrándose los continentes hoy en día a miles de kilómetros, y separados por el mar.
Estos argumentos dieron fruto a la teoría de la “deriva continental”